miércoles, 13 de octubre de 2010

Visitantes de Media Noche

Puede ocurrirle esta Noche . ¿Quién sabe?
Usted esta en su propia cama, tranquilamente durmiendo, son las 3 o 4 de la madrugada según  afirman muchos testigos las horas propicias. Oscuridad total, seguramente  en la fase más profunda de nuestros sueños, y derrepente, escuchamos un "nombre". Sí .El nuestro, nos llaman. Posiblemente la voz de algún conocido, nos despertamos rápidamente, se presenta esta visión humano o simplemente  un rostro flotante

Hoy,  queremos saber un poco más de estas apariciones.

Desde los tiempos antiguos el sueño de los hombres se han visto perturbados por entidades desconocidas.



En 1823 Joseph Smith escribía, "repentinamente apareció un personaje  al lado de mi cama de pie y volaba, porque sus pies  no tocaban en suelo. Tuve miedo, más el temor pronto se apartó de mi , me llamó por mi nombre y me dijo que era un mensajero de Dios , se llamaba  "Moroni". 
Visión que  fue  ideal para fundar la iglesia de los mormones o de los santos de los últimos días.

Testigos que hablan de abducciones, de atravesar paredes, aparecer en lugares lejanos....cualquiera pensaría que se trata de una patología del sueño.
 De lo único que podemos estar seguros es que estos seres siguen perturbando los sueños hasta nuestros días.

"Un Mensajero en la noche" Es una historia que marcó profundamente. Una persona muy peligrosa que trabajaba en una banda de mafiosos y  pagaba pena en diversas cárceles, líder e inteligente como problemático. El 31 de diciembre de 1996 se despertó con un puñetazo en el pecho ,  cayó de la cama pensando  que lo iban atacar y cuando abrió los ojos vio  un ser de luz, le invadió entonces tremenda paz, dejándolo de  rodillas. Esta persona que  aparecía, le dijo muchas cosas,  cosas que se cumplirian. Fue tocado por la boca en los escasos 10 minutos en los que ocurrió la visión, visión que compartio con sus   vecinos de carcel que  llegaron a ver la luz. Luego al sentarse en el camastro, se dio cuenta de que había  sudado, apesar de ser invierno  . Miro las paredes cubiertas con pornografia, sintiendo una  tristeza impresionante, empezando a arrancar los posters que decoraban su cuarto. Apartir de ese dia tuvo una transformación impresionante... Le daba  vergüenza  contar su  visón a  los visiantes, al terminar su condena,  fue admitido en un monasterio  donde acabo sus días.


Diversos relatos bíblicos  narran acerca de apariciones a media noche de seres de luz ,que en su mayoría de veces  alertan y aconsejan a los protagonistas de historia. . Recordemos el conocido caso de San José (prometido de María ), que fue visitado por un ángel de Dios, para hacerle entender el plan divino de su futura familia.





El trato de San Juan Bosco con otro seminarista, espejo de inocencia, que se llamaba Luis Comollo, quien le consagró la más dulce amistad. Con él hizo el Boschetto un pacto terrible, que desaprobó más tarde. Los dos prometieron solemnemente que el primero que muriera volvería a este mundo a avisar al otro de su destino. Y de tal manera les obsesionaba este pensamiento, que no podían verse sin recordar el compromiso. «Yo seré el que volverá», decía Luis siempre.

Y, efectivamente, el 2 de abril de 1839 fue arrebatado a su amigo. «Al día siguiente de su sepultura—dice Don Bosco—, "estábamos ya acostados todos los alumnos del curso de teología. Yo no podía dormir; lleno de inquietud, pensaba en nuestro pacto. Al sonar las doce, un fragor sordo avanza por el corredor. Parecía un carro arrastrado por muchos caballos. Los seminaristas se despertaron y corrieron despavoridos a cobijarse en un rincón del dormitorio. Petrificado de horror, Bosco vio que se abría violentamente la puerta, y entre una luz que se acercaba a su lecho, oyó estas palabras: «  ¡Bosco, Bosco, Bosco! ¡Me he salvado! » «Fue tal mi terror—añade—, que hubiera preferido morir.»

Pero ¿que hay de las apariciones que  no suceden en nuestra habitación, sino en el de las personas que más amamos? ¿Alguna vez escucharon hablar de la "Nana"?.


Lo que voy a narrar a continuación  le ha sucedido a más de una familia, de hecho me hace pensar en la posibilidad de que estos seres son atraídos por la inocencia y brillo que llevan los  bebes al nacer. Un alma pura, limpia y sin mancha, es acaso una  manera de llamar la atención de estos seres  extraños?.

Normalmente una cuna, un bebe dentro de ella, es el escenario perfecto para una de esta apariciones. Un llanto repentino o risa, una sombra  frente a la cuna  junto a una voz que canta arrolladoramente alguna "nana"

"Calla mi vida no hay que  llorar,
duerme y sueña feliz....." o el clásico "duerme mi niño ...".

Y si piensan que solo aparecen mujeres, se equivocan. En vida me tocó  presenciar la aparición de un hombre en barbas  negras, con túnicas blancas llevando un pequeño bolso misionero, sus pies no tocaban el piso y observaba por espacio de 15 minutos la cuna  en la que dormía mi  pequeña hermana de apenas meses de nacida, de testigo tengo a mi hermano menor  ambos en ese entonces con 7 y 4 años.


En ese entonces  dormíamos en una habitación amplia, lo suficiente para que  quepan  tres camas bien distribuidas; a los costados  los hermanos mayores y al centro la bebe de 6 a 7 meses . Era como las 2 de la mañana y de la ventana frente a mi cama una sombre luminosa se hizo presente, avanzo y con el  se dibujo la figura de un  hombre, aproximadamente  unos treinta años, barbas cortas y negras, mirada amable y a la vez seria. floto hasta la cuna de mi hermana y  se quedó quieto por espacio de 15 minutos,  presa de la curiosidad no me movía,  solo observaba lo poco  usual de la escena. Este hombre con aspecto de misionero comboniano, no se movía y flotaba, pues no se veían los pies. al cabo de un rato desapareció delante de la cuna, luego de  meditar por un largo espacio de tiempo,  levante la voz llamando a mi pequeña  hermana, esta dormía  placidamente, entonces escuche la voz de mi hermano menor, preguntarme si acaso estaba despierta y llegue a  ver al hombre dentro de la habitación,  mire los ojos de mi hermano y en respuesta  moví la cabeza afirmando. Sin  hacer ruido regrese a la cama y continué  mi sueño. A la mañana siguiente contamos  nuestra visión a nuestra  madre. Ella solo atinó a decirnos, que si aquel hombre  no nos infundía miedo, no deberíamos temerle y que si aparecía nuevamente  le llamásemos  al instante. Nunca más lo vimos. Pero ocurrió tal y como les conté.


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