Puede ocurrirle esta Noche . ¿Quién sabe?
Usted esta en su propia cama, tranquilamente durmiendo, son las 3 o 4 de la madrugada según afirman muchos testigos las horas propicias. Oscuridad total, seguramente en la fase más profunda de nuestros sueños, y derrepente, escuchamos un "nombre". Sí .El nuestro, nos llaman. Posiblemente la voz de algún conocido, nos despertamos rápidamente, se presenta esta visión humano o simplemente un rostro flotante
Hoy, queremos saber un poco más de estas apariciones.
Desde los tiempos antiguos el sueño de los hombres se han visto perturbados por entidades desconocidas.
En 1823 Joseph
Smith escribía, "repentinamente apareció un personaje al lado de mi cama de pie y volaba, porque sus pies no tocaban en suelo. Tuve miedo, más el temor pronto se apartó de mi , me llamó por mi nombre y me dijo que era un mensajero de Dios , se llamaba "Moroni".
Visión que fue ideal para fundar la iglesia de los mormones o de los santos de los últimos días.
Testigos que hablan de abducciones, de atravesar paredes, aparecer en lugares lejanos....cualquiera pensaría que se trata de una patología del sueño.
De lo único que podemos estar seguros es que estos seres siguen perturbando los sueños hasta nuestros días.
"Un Mensajero en la noche" Es una historia que marcó profundamente. Una persona muy peligrosa que trabajaba en una banda de mafiosos y pagaba pena en diversas cárceles, líder e inteligente como problemático. El 31 de diciembre de 1996 se despertó con un puñetazo en el pecho , cayó de la cama pensando que lo iban atacar y cuando abrió los ojos vio un ser de luz, le invadió entonces tremenda paz, dejándolo de rodillas. Esta persona que aparecía, le dijo muchas cosas, cosas que se cumplirian. Fue tocado por la boca en los escasos 10 minutos en los que ocurrió la visión, visión que compartio con sus vecinos de carcel que llegaron a ver la luz. Luego al sentarse en el camastro, se dio cuenta de que había sudado, apesar de ser invierno . Miro las paredes cubiertas con pornografia, sintiendo una tristeza impresionante, empezando a arrancar los posters que decoraban su cuarto. Apartir de ese dia tuvo una transformación impresionante... Le daba vergüenza contar su visón a los visiantes, al terminar su condena, fue admitido en un monasterio donde acabo sus días.
Diversos relatos bíblicos narran acerca de apariciones a media noche de seres de luz ,que en su mayoría de veces alertan y aconsejan a los protagonistas de historia. . Recordemos el conocido caso de S
an José (prometido de María ), que fue visitado por un ángel de Dios, para hacerle entender el plan divino de su futura familia.
El trato de
San Juan Bosco con otro seminarista, espejo de inocencia, que se llamaba
Luis Comollo, quien le consagró la más dulce amistad. Con él hizo el Boschetto un pacto terrible, que desaprobó más tarde. Los dos prometieron solemnemente que el primero que muriera volvería a este mundo a avisar al otro de su destino. Y de tal manera les obsesionaba este pensamiento, que no podían verse sin recordar el compromiso.
«Yo seré el que volverá», decía Luis siempre.
Y, efectivamente, el 2 de abril de 1839 fue arrebatado a su amigo.
«Al día siguiente de su sepultura—dice Don Bosco—,
"estábamos ya acostados todos los alumnos del curso de teología. Yo no podía dormir; lleno de inquietud, pensaba en nuestro pacto. Al sonar las doce, un fragor sordo avanza por el corredor. Parecía un carro arrastrado por muchos caballos. Los seminaristas se despertaron y corrieron despavoridos a cobijarse en un rincón del dormitorio. Petrificado de horror, Bosco vio que se abría violentamente la puerta, y entre una luz que se acercaba a su lecho, oyó estas palabras: « ¡Bosco, Bosco, Bosco! ¡Me he salvado! » «Fue tal mi terror—añade—, que hubiera preferido morir.»
Pero ¿que hay de las apariciones que no suceden en nuestra habitación, sino en el de las personas que más amamos? ¿
Alguna vez escucharon hablar de la "Nana"?.
Lo que voy a narrar a continuación le ha sucedido a más de una familia, de hecho me hace pensar en la posibilidad de que estos seres son atraídos por la inocencia y brillo que llevan los bebes al nacer. Un alma pura, limpia y sin mancha, es acaso una manera de llamar la atención de estos seres extraños?.
Normalmente una cuna, un bebe dentro de ella, es el escenario perfecto para una de esta apariciones. Un llanto repentino o risa, una sombra frente a la cuna junto a una voz que canta arrolladoramente alguna "nana"
"Calla mi vida no hay que llorar,
duerme y sueña feliz....." o el clásico "duerme mi niño ...".
Y si piensan que solo aparecen mujeres, se equivocan. En vida me tocó presenciar la aparición de
un hombre en barbas negras, con túnicas blancas llevando un pequeño bolso misionero, sus pies no tocaban el piso y observaba por espacio de 15 minutos la cuna en la que dormía mi pequeña hermana de apenas meses de nacida, de testigo tengo a mi hermano menor ambos en ese entonces con 7 y 4 años.
En ese entonces dormíamos en una habitación amplia, lo suficiente para que quepan tres camas bien distribuidas; a los costados los hermanos mayores y al centro la bebe de 6 a 7 meses . Era como las 2 de la mañana y de la ventana frente a mi cama una sombre luminosa se hizo presente, avanzo y con el se dibujo la figura de un hombre, aproximadamente unos treinta años, barbas cortas y negras, mirada amable y a la vez seria. floto hasta la cuna de mi hermana y se quedó quieto por espacio de 15 minutos, presa de la curiosidad no me movía, solo observaba lo poco usual de la escena. Este hombre con aspecto de misionero comboniano, no se movía y flotaba, pues no se veían los pies. al cabo de un rato desapareció delante de la cuna, luego de meditar por un largo espacio de tiempo, levante la voz llamando a mi pequeña hermana, esta dormía placidamente, entonces escuche la voz de mi hermano menor, preguntarme si acaso estaba despierta y llegue a ver al hombre dentro de la habitación, mire los ojos de mi hermano y en respuesta moví la cabeza afirmando. Sin hacer ruido regrese a la cama y continué mi sueño. A la mañana siguiente contamos nuestra visión a nuestra madre. Ella solo atinó a decirnos, que si aquel hombre no nos infundía miedo, no deberíamos temerle y que si aparecía nuevamente le llamásemos al instante. Nunca más lo vimos. Pero ocurrió tal y como les conté.